martes, 14 de abril de 2009

Crisis: hay salida por la izquierda

Es un hecho objetivo y contrastable que la crisis económica mundial nos golpea de forma más contundente en España y en el País Valenciano. Esto se explica por las características de un mercado de trabajo que tiene pocoque ver con el retrato que de él se hace desde la patronal, pero también por los rasgos específicos que ha adquirido la estructura económica en los últimos quince años, aproximadamente. Me refiero al enorme y creciente peso que la construcción ha ido ganand oen nuestra economía. Las especificidades legales de la calificación del suelo y las enormes facilidades concedidas desde el poder político para eldesarrollo del sector, combinadas con las peculiaridades de nuestro marco de relaciones laborales y el peso de las entidades financieras y las grandes constructoras en la toma de decisiones políticas, han provocado la hipertrofia de este sector. Las consecuencias de ello han sido un grave deterioro ambiental y una precarización extrema de un mercado laboraldonde los bajos salarios y los elevados índices de temporalidad han sido yson rasgos dominantes. En todo ello el País Valenciano ha pugnado por alzarse con el primerpremio. Hemos sido el territorio con mayor dependencia respecto de laconstrucción en un entorno económico- institucional -el español- que pecaba del mismo defecto en comparación con el resto de Europa.
Mientras tanto, los sectores tradicionales valencianos, tanto agrícolas como industriales, han sufrido con una intensidad especial las consecuencias dela globalización neoliberal. La llamada "vocación exportadora" de la economía valenciana ha visto cómo se perdían sus ventajas competitivas, basadas ampliamente en unos menores costes laborales. Frente a ello, la Administración valenciana en manos del PP ha dado la espalda a estos problemas, apostando por una salida fácil y generadora deproblemas a medio y largo plazo. La desbocada y acelerada privatización delos servicios públicos, así como la política de los grandes eventos seexplican por la misma lógica y producen efectos indeseables. Combinan lacreación de espacios donde se generan beneficios extraordinarios protegidos políticamente y la generación de mecanismos clientelares quefacilitan la arbitrariedad en las adjudicaciones. Con ello se degradan los servicios básicos a los que la ciudadanía debe acceder por derecho y seabre la puerta a la corrupción política, alimentada también por el modelo urbanístico impulsado por el PP. Se impone, pues, un giro copernicano en las políticas a desarrollar si sequiere salir de la crisis y poner las bases de una economía que tenga como eje garantizar una adecuada calidad de vida a la población. Son necesarios cambios estructurales para dar la vuelta a un modelo que ha generado profundas diferencias sociales arrastrando tras de sí endeudamiento público, deslocalizaciones y destrucción de tejido industrial más que alarmantes.
Desde Esquerra Unida proponemos el cambio de modelo productivo primando elinterés social y la sostenibilidad por encima del beneficio privado, impulsando las actividades intensivas en conocimiento y aquellas quecontribuyan a la sostenibilidad ambiental (energías renovables y otras), desde un proyecto de reindustrialización, basado en trabajo estable y decalidad, y la protección de la economía agraria que permita unas rentas dignas para los pequeños agricultores. En Esquerra Unida consideramos necesario reconvertir la construcción, orientándola hacia actividades más cualificadas y generadoras de empleos más estables, potenciando, por ejemplo, la rehabilitación, renunciando a la urbanización indiscriminada y replanteando la creación de grandes infraestructuras de transporte. Para Esquerra Unida, es inaplazable la intervención estratégica del sectorpúblico con un fuerte incremento del gasto social. Y ello, evidentemente,parando y revertiendo las privatizaciones, con lo que se mejorarían losservicios y la calidad de vida, generando, al mismo tiempo, empleo establey de calidad. Esto sólo podrá alcanzarse cambiando la política fiscal en un sentido más progresivo, haciendo que paguen más quienes más tienen o ganan, es decir, invirtiendo la tendencia que alientan tanto el PP en el País Valenciano como el gobierno del PSOE en Madrid.
Por último se impone la creación de un sector financiero público, una banca pública potente,que canalice la financiación hacia donde realmente se necesita: las pequeñas y medianas empresas y las familias trabajadoras. Todas estas medidas forman parte del plan económico que Izquierda Unida ha elaborado y cuantificado para defender el empleo existente y crear nuevos puestos de trabajo. Un plan que Esquerra Unida presenta en el País Valenciano como alternativa al despilfarro del gobierno del PP y laparálisis de un PSOE desorientado. Porque hay salida a la crisis. Por la izquierda.